El pueblo puede ser muy aburrido, bien lo sabe Iris. Todos los veranos, sus padres la abandonan en casa de dos estrafalarios ancianos, donde no tiene nada con qué divertirse. Lo que ella no sabe es que este año descubrirá a Ángela, a Eladio, a Nico y a todos los guardianes del secreto que San Pedro esconde. Aquel lugar, tranquilo y apacible, puede resultar más peligroso y emocionante de lo que nunca antes había imaginado.