AGUARÓN

AGUARÓN
Reseña de Carlos Manzano

No creo generalizar gratuitamente si digo que todos los que amamos la literatura sentimos también una cierta querencia por el continente que la acoge, es decir, por el libro como objeto, como envoltorio de algo en realidad inaprensible. Si eso es cierto, al menos en mi caso, ¿qué no experimentar cuando ese continente va más a allá de lo habitual y se convierte en un preciado estuche, casi a modo de delicado joyero, que acoge imágenes y textos bellamente impresos? Eso es entre otras cosas lo que ofrece “AGUARÓN”, una pequeña cajita pictórico-literaria de la artista y escritora Pilar Aguarón Ezpeleta que ha editado la Editorial La Fragua del Trovador en una tirada limitada a 150 ejemplares. Pero aparte del formato, “Aguarón” contiene una serie de exquisitos microrrelatos (algunos de marcado aliento poético) y de reproducciones pictóricas que, me atrevería a decir, vienen a resumir el universo creativo de su autora, quien lleva ya unos cuantos años caminando por este universo de la farándula artística.
Y es que Pilar Aguarón se maneja con verdadera maestría en las distancias cortas, es decir, en el relato puro y duro, aprovechando la capacidad casi infinita del lenguaje para ir más allá de lo que cuenta, para sugerir en cada línea, para proponer sin nombrar expresamente, es decir, para llevar al lector hasta los confines de la propia historia y dejarlo transitar por las periferias por su propio pie.
Y junto a eso, también nos ofrece sus pinturas, de las que destacaría esos ojos que, más que mirarnos a nosotros, parecen contarnos lo que han visto, toda la serie de suertes y miserias que sus retinas han atesorado a lo largo del tiempo, expresión a su vez de la curiosidad innata de su autora por desbrozar el tiempo y el espacio en que le ha tocado (que nos ha tocado) vivir, el cúmulo de contingencias que constituyen la existencia humana. En resumen, una auténtica joyita este estuche que lleva por título “Aguarón” y que quienes lo poseemos debidamente numerado y firmado por su autora guardaremos con verdadero celo como prueba de que la literatura y el arte en general pueden ir incluso más allá de los estrictos márgenes del lenguaje.