Probus y Árjive protagonizan este sugestivo y hermoso relato. Son padre e hijo y trabajan como vendedores ambulantes. En sus continuos viajes, van conociendo a muchas personas a las que les demostrarán que no sólo conocen, y muy bien, su oficio, sino que también, y sobre todo, saben comportarse con una generosidad poco común y valorar la amistad como un bien precioso. Uno de ellos arriesgará su vida por defender aquello en lo que ambos creen sin pretender lograr nada a cambio.