«Los problemas, se desvanecen cuando comenzáis a leer vuestros poemas y relatos. Para mí es una fiesta y como adentrarme con un velero en un mar aventurero. Jamás deja de sorprenderme el poder que emana de la palabra, y su influencia para producir placer, consolar, denunciar, distraer. Desgraciadamente también ante el poder que tiene para herir.
Pierdo la noción del tiempo con vuestros relatos y bellos poemas».